Domingo a las 10 de la mañana. Nos presentábamos al partido con lo puesto. Una lesión, un jugador en Serbia, otro en Madrid. Y de los ocho que teníamos, uno llevaba desde el viernes en la cama a base de ibuprofeno y otro no se había pasado en toda la semana a entrenar. Por si fuera poco, a mitad del primer cuarto, otra lesión nueva. En esta ocasión, luchando contra todos los elementos, consiguió echarnos una mano y dar merecidos descansos a sus compañeros.
Así pues, el espíritu de sacrificio, la lucha y la unión del grupo serían los únicos elementos que nos podrían salvar. Los chavales estuvieron de 10. Desde el primer minuto. Primer cuarto espectacular. En defensa y en ataque. Desde el juego libre por conceptos, éramos capaces de marcar las primeras diferencias claras. Parcial de 19-5. A partir de ahí, fue luchar contra los elementos para conseguir que no se nos acercaran en exceso. Las faltas empezaron a aparecer, sobre todo en el juego interior. Eso se hizo notar en el juego, y en nada de tiempo nos redujeron las diferencias de 16 puntos a 9. Pero aun éramos los jefes del partido.
A la vuelta del descanso, no conseguíamos romper el marcador, pero aun éramos los claros dominadores. Los minutos iban pasando y llegamos a sufrir bastante. El último tiempo tuvimos excesivos problemas de anotación, lo que hizo que el rival se acercara hasta a tres puntos. Se notaban los nervios. Pero el partido nunca llegó a peligrar. Un triple a 8 metros cerraba un gran encuentro, sobre todo en defensa.
Victoria de equipo en defensa, con Pablo y sus 25 puntos como brazos ejecutores. Gran partido el suyo. ¡Zorionak!
La semana que viene importante partido en Paules el sábado a las 4.
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